Queremos compartir con ustedes esta interesante entrevista que realizó el diario El Tiempo al presidente de la SIP Milton Coleman, editor sénior del diario “The Washington Post”.
GRUPO 2
Catalina Castillo; Jair Abril Charry; Gloria Pedraza; Jhon Jairo Sánchez; Johana Oviedo; Yovana Ortiz Moreno.
Presidente de la SIP reveló panorama de libertad de prensa en América

Milton Coleman, presidente de la SIP y editor sénior del diario 'The Washington Post'.
Foto: Carlos Ortega / EL TIEMPO Según Milton Coleman, México es el país más peligroso para ejercer el periodismo.
Milton Coleman, de 60 años, y originario de Milwaukee (Estados Unidos), no es solo el primer afroamericano en ocupar la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), sino un periodista que, en sus inicios, vivió amenazas y dificultades como las que enfrentan muchos reporteros en países de la región.
A su paso por Colombia, para participar en el foro 'Libertad de prensa: realidad, obstáculos y soluciones', en la Universidad del Rosario, Coleman, también editor sénior del diario The Washington Post, habló con EL TIEMPO.
¿Cómo ve la libertad de expresión en Ecuador, Bolivia y Venezuela?
La situación en cada país es diferente, aunque hay similitudes. Esos gobiernos se han puesto en contra de la prensa independiente, en formas que desalientan la libertad de expresión. En Venezuela, con la más reciente decisión en torno a Globovisión, pareciera que están castigando a los medios simplemente por cubrir noticias.
En Ecuador, no solo ha habido constantes actos en contra de los medios, sino de autores que han escrito libros con los que el Presidente (Rafael Correa) no está de acuerdo, y, por eso, hacen uso de mecanismos del Estado para castigarlos o meterlos a la cárcel, como ocurrió con el diario El Universo -Correa pidió al periódico 40 millones de dólares por una columna que el colaborador Emilio Palacio hizo en su contra, así como cárcel para él y los directivos del medio-. Y en Bolivia, la situación era mejor hace algunos años, pero el panorama tampoco es bueno. Cada uno de estos países tiene situaciones preocupantes, junto con Argentina, Nicaragua, Honduras y México.
¿Cuál es su opinión sobre el permanente acoso del narcotráfico a los medios mexicanos?
Es terrible. México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el periodismo, especialmente en la frontera con Estados Unidos. Algunos de los asesinatos más recientes fueron contra periodistas. Es absolutamente horrible. Y reconocemos que el narcotráfico es el mayor peligro contra la libertad de prensa. Esperamos estar en México regularmente para ver si hay algo que podamos hacer.
¿Algún caso que le preocupe en particular allí?
No podría hablar de uno en particular, pero sé que hay muchos casos en los que periodistas se han visto obligados a no publicar informaciones. Muchos diarios han dejado de cubrir lo relacionado con el narcotráfico, porque es muy peligroso. No sabemos si todos los periodistas que han muerto en los últimos años han sido por causa del periodismo, pero en muchos casos sí. Y aunque fuera uno o dos, son demasiados.
¿Cómo ve la disputa entre la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el diario 'Clarín'?
Es una situación desafortunada. Espero que puedan resolver sus diferencias, porque, como van las cosas, es una sincera amenaza contra la libertad de prensa en un país que tiene algunos de los mejores periódicos de Latinoamérica, entre ellos Clarín.
¿Cree que ha mejorado la situación en Colombia?
Colombia tiene la democracia más antigua en Latinoamérica y ha soportado tiempos difíciles, pero, en términos relativos, ahora hay libertad de prensa. No es perfecta, aún hay dificultades, pero está mirando hacia adelante, especialmente ahora. Aplaudimos la libertad que tienen aquí y celebramos las intenciones del presidente Juan Manuel Santos de ampliarla y de firmar la Declaración de Chapultepec.
¿Y en su país (Estados Unidos) qué amenazas enfrentan?
Hay amenazas todo el tiempo. Amenazas individuales contra periodistas, económicas contra organizaciones de medios, y también ha habido reporteros que han sido asesinados. Y hay amenazas que están relacionadas con la realidad económica que estamos viviendo.
¿Cómo cree que han manejado los medios en EE. UU. las protestas de los 'indignados' en Wall Street?
Es muy difícil hablar en nombre de todos los medios de Estados Unidos. Creo que se hizo un cubrimiento apropiado. No considero que haya sido algo que se ignoró. Para mí, básicamente, fue cubierto de manera adecuada.
¿Qué lecciones deja Wikileaks?
Hay varias enseñanzas. Una de ellas es que vimos cómo Internet puede ser un poderoso diseminador de información. Sin Internet, y sin la digitalización, no hubiera sido posible pensar que esos documentos pudieran salir a la luz. Creo que aprendimos, o por lo menos así lo dice uno de mis colegas, Jackson Diehl, que habría sido bueno si Wikileaks hubiera protegido la identidad de sus fuentes. Eso creó dos problemas: uno, que mucha gente aparentemente inocente fue expuesta, y eso fue desafortunado, y segundo, ayudó a la administración de Obama a poner frenos y a esforzarse por proteger la información de seguridad nacional. La otra lección es que los nuevos medios se han popularizado, es decir, que ciudadanos del común tienen mayor impacto, por las transformaciones de la revolución digital.
¿Está de acuerdo con que los ciudadanos tengan roles de periodistas?
Hace 10 años, hubiéramos dicho que los blogueros no son periodistas porque no trabajan para un medio, pero si pensáramos que los ciudadanos no pueden ser periodistas, no nos hubiéramos enterado de lo que sucedió en la 'primavera árabe', porque las noticias salieron básicamente de las redes sociales. Por otro lado, los consumidores de información tienen que ser más selectivos a la hora de valorar la información, y eso es algo que debemos al periodismo tradicional, que no arroja información cualquiera, sino que la mira, la valora, la verifica. Tenemos que balancear la necesidad de información que tiene la gente con la protección de vidas.
Roberto Pombo, covicepresidente de la Comisión de Chapultepec
Roberto Pombo, director general de EL TIEMPO, fue nombrado covicepresidente de la Comisión de Chapultepec, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
A su cargo tendrá la realización de actividades que den a conocer los 10 principios de la Declaración de Chapultepec sobre la libertad de prensa y expresión entre representantes de los tres poderes de los Estados (ejecutivo, legislativo y judicial) en el continente.
Igualmente, difundirá estos principios y las leyes de medios existentes entre los estudiantes de las facultades de Derecho y Comunicación de los países del hemisferio, así como en la comunidad académica.
En casos de amenaza de la libertad de expresión a los medios, contribuirá a verificarlos.
María Elvira Domínguez, directora de el periódico El País, de Cali, y ex presidenta de la Comisión de Chapultepec, calificó el nombramiento de Roberto Pombo como "muy importante". Y añadió: "Que se haya pensado en una persona de Colombia para este cargo tiene un gran significado".
La Comisión de Chapultepec está presidida por el venezolano Miguel Henrique Otero, director del diario El Nacional, de Caracas.
Libertad amenazada
Se realizó ayer un foro en la U. del Rosario
Ayer se llevó a cabo el foro 'Libertad de prensa: realidad, obstáculos y soluciones', de Andiarios, en la celebración de sus 50 años, y la Universidad del Rosario. Además de Milton Coleman, presidente de la SIP, estuvieron como oradores Miguel Henrique Otero, presidente de la Declaración de Chapultepec; Gregorio Badeni, embajador de Chapultepec, y María Elvira Domínguez, directora de 'El País', de Cali.
Una declaración para la libertad de prensa
En 1994, en el Castillo de Chapultepec, en Ciudad de México, nació la Declaración de Chapultepec, que incluye diez puntos sobre la libertad de prensa y de expresión, que no pueden ser limitados por ningún gobierno.
En primera instancia, fue aprobada por los editores de medios del continente americano, así como periodistas invitados a la Conferencia Hemisférica sobre la Libertad de Expresión. En los 17 últimos años, 50 mandatarios han firmado el documento, para ratificar su voluntad de respeto a la libertad de información.
Sin embargo, algunos presidentes no la han aprobado: Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador), Hugo Chávez (Venezuela) y Cristina Fernández (Argentina).
El presidente Juan Manuel Santos ratificó ayer, en la celebración de los 50 años de Andiarios, la decisión de Colombia de respetar la declaración, afirmando que "nuestro compromiso es luchar contra los violentos y los cobardes para que no silencien la voz de los reporteros y opinadores".
Entre tanto, Nora Sanín, directora ejecutiva de Andiarios, manifestó que "independientemente de la variedad de contenidos que cada empresa periodística maneja, hay un común denominador: su compromiso con la búsqueda de la verdad. Este empeño ha costado sangre a la prensa colombiana. Periódicos y periodistas han sido blanco del narcotráfico, guerrillas, paramilitares y
fuerzas de corrupción".
Sanín agregó que en las últimas cuatro décadas, "más de 140 periodistas colombianos han sido asesinados" o víctimas de secuestros, atentados, hostigamientos y amenazas en su contra".
REDACCIÓN CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
A su paso por Colombia, para participar en el foro 'Libertad de prensa: realidad, obstáculos y soluciones', en la Universidad del Rosario, Coleman, también editor sénior del diario The Washington Post, habló con EL TIEMPO.
¿Cómo ve la libertad de expresión en Ecuador, Bolivia y Venezuela?
La situación en cada país es diferente, aunque hay similitudes. Esos gobiernos se han puesto en contra de la prensa independiente, en formas que desalientan la libertad de expresión. En Venezuela, con la más reciente decisión en torno a Globovisión, pareciera que están castigando a los medios simplemente por cubrir noticias.
En Ecuador, no solo ha habido constantes actos en contra de los medios, sino de autores que han escrito libros con los que el Presidente (Rafael Correa) no está de acuerdo, y, por eso, hacen uso de mecanismos del Estado para castigarlos o meterlos a la cárcel, como ocurrió con el diario El Universo -Correa pidió al periódico 40 millones de dólares por una columna que el colaborador Emilio Palacio hizo en su contra, así como cárcel para él y los directivos del medio-. Y en Bolivia, la situación era mejor hace algunos años, pero el panorama tampoco es bueno. Cada uno de estos países tiene situaciones preocupantes, junto con Argentina, Nicaragua, Honduras y México.
¿Cuál es su opinión sobre el permanente acoso del narcotráfico a los medios mexicanos?
Es terrible. México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el periodismo, especialmente en la frontera con Estados Unidos. Algunos de los asesinatos más recientes fueron contra periodistas. Es absolutamente horrible. Y reconocemos que el narcotráfico es el mayor peligro contra la libertad de prensa. Esperamos estar en México regularmente para ver si hay algo que podamos hacer.
¿Algún caso que le preocupe en particular allí?
No podría hablar de uno en particular, pero sé que hay muchos casos en los que periodistas se han visto obligados a no publicar informaciones. Muchos diarios han dejado de cubrir lo relacionado con el narcotráfico, porque es muy peligroso. No sabemos si todos los periodistas que han muerto en los últimos años han sido por causa del periodismo, pero en muchos casos sí. Y aunque fuera uno o dos, son demasiados.
¿Cómo ve la disputa entre la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el diario 'Clarín'?
Es una situación desafortunada. Espero que puedan resolver sus diferencias, porque, como van las cosas, es una sincera amenaza contra la libertad de prensa en un país que tiene algunos de los mejores periódicos de Latinoamérica, entre ellos Clarín.
¿Cree que ha mejorado la situación en Colombia?
Colombia tiene la democracia más antigua en Latinoamérica y ha soportado tiempos difíciles, pero, en términos relativos, ahora hay libertad de prensa. No es perfecta, aún hay dificultades, pero está mirando hacia adelante, especialmente ahora. Aplaudimos la libertad que tienen aquí y celebramos las intenciones del presidente Juan Manuel Santos de ampliarla y de firmar la Declaración de Chapultepec.
¿Y en su país (Estados Unidos) qué amenazas enfrentan?
Hay amenazas todo el tiempo. Amenazas individuales contra periodistas, económicas contra organizaciones de medios, y también ha habido reporteros que han sido asesinados. Y hay amenazas que están relacionadas con la realidad económica que estamos viviendo.
¿Cómo cree que han manejado los medios en EE. UU. las protestas de los 'indignados' en Wall Street?
Es muy difícil hablar en nombre de todos los medios de Estados Unidos. Creo que se hizo un cubrimiento apropiado. No considero que haya sido algo que se ignoró. Para mí, básicamente, fue cubierto de manera adecuada.
¿Qué lecciones deja Wikileaks?
Hay varias enseñanzas. Una de ellas es que vimos cómo Internet puede ser un poderoso diseminador de información. Sin Internet, y sin la digitalización, no hubiera sido posible pensar que esos documentos pudieran salir a la luz. Creo que aprendimos, o por lo menos así lo dice uno de mis colegas, Jackson Diehl, que habría sido bueno si Wikileaks hubiera protegido la identidad de sus fuentes. Eso creó dos problemas: uno, que mucha gente aparentemente inocente fue expuesta, y eso fue desafortunado, y segundo, ayudó a la administración de Obama a poner frenos y a esforzarse por proteger la información de seguridad nacional. La otra lección es que los nuevos medios se han popularizado, es decir, que ciudadanos del común tienen mayor impacto, por las transformaciones de la revolución digital.
¿Está de acuerdo con que los ciudadanos tengan roles de periodistas?
Hace 10 años, hubiéramos dicho que los blogueros no son periodistas porque no trabajan para un medio, pero si pensáramos que los ciudadanos no pueden ser periodistas, no nos hubiéramos enterado de lo que sucedió en la 'primavera árabe', porque las noticias salieron básicamente de las redes sociales. Por otro lado, los consumidores de información tienen que ser más selectivos a la hora de valorar la información, y eso es algo que debemos al periodismo tradicional, que no arroja información cualquiera, sino que la mira, la valora, la verifica. Tenemos que balancear la necesidad de información que tiene la gente con la protección de vidas.
Roberto Pombo, covicepresidente de la Comisión de Chapultepec
Roberto Pombo, director general de EL TIEMPO, fue nombrado covicepresidente de la Comisión de Chapultepec, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
A su cargo tendrá la realización de actividades que den a conocer los 10 principios de la Declaración de Chapultepec sobre la libertad de prensa y expresión entre representantes de los tres poderes de los Estados (ejecutivo, legislativo y judicial) en el continente.
Igualmente, difundirá estos principios y las leyes de medios existentes entre los estudiantes de las facultades de Derecho y Comunicación de los países del hemisferio, así como en la comunidad académica.
En casos de amenaza de la libertad de expresión a los medios, contribuirá a verificarlos.
María Elvira Domínguez, directora de el periódico El País, de Cali, y ex presidenta de la Comisión de Chapultepec, calificó el nombramiento de Roberto Pombo como "muy importante". Y añadió: "Que se haya pensado en una persona de Colombia para este cargo tiene un gran significado".
La Comisión de Chapultepec está presidida por el venezolano Miguel Henrique Otero, director del diario El Nacional, de Caracas.
Libertad amenazada
Se realizó ayer un foro en la U. del Rosario
Ayer se llevó a cabo el foro 'Libertad de prensa: realidad, obstáculos y soluciones', de Andiarios, en la celebración de sus 50 años, y la Universidad del Rosario. Además de Milton Coleman, presidente de la SIP, estuvieron como oradores Miguel Henrique Otero, presidente de la Declaración de Chapultepec; Gregorio Badeni, embajador de Chapultepec, y María Elvira Domínguez, directora de 'El País', de Cali.
Una declaración para la libertad de prensa
En 1994, en el Castillo de Chapultepec, en Ciudad de México, nació la Declaración de Chapultepec, que incluye diez puntos sobre la libertad de prensa y de expresión, que no pueden ser limitados por ningún gobierno.
En primera instancia, fue aprobada por los editores de medios del continente americano, así como periodistas invitados a la Conferencia Hemisférica sobre la Libertad de Expresión. En los 17 últimos años, 50 mandatarios han firmado el documento, para ratificar su voluntad de respeto a la libertad de información.
Sin embargo, algunos presidentes no la han aprobado: Daniel Ortega (Nicaragua), Rafael Correa (Ecuador), Hugo Chávez (Venezuela) y Cristina Fernández (Argentina).
El presidente Juan Manuel Santos ratificó ayer, en la celebración de los 50 años de Andiarios, la decisión de Colombia de respetar la declaración, afirmando que "nuestro compromiso es luchar contra los violentos y los cobardes para que no silencien la voz de los reporteros y opinadores".
Entre tanto, Nora Sanín, directora ejecutiva de Andiarios, manifestó que "independientemente de la variedad de contenidos que cada empresa periodística maneja, hay un común denominador: su compromiso con la búsqueda de la verdad. Este empeño ha costado sangre a la prensa colombiana. Periódicos y periodistas han sido blanco del narcotráfico, guerrillas, paramilitares y
fuerzas de corrupción".
Sanín agregó que en las últimas cuatro décadas, "más de 140 periodistas colombianos han sido asesinados" o víctimas de secuestros, atentados, hostigamientos y amenazas en su contra".
REDACCIÓN CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
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